La tierra madre nueva ha sido descubierta
en su gracia y en su nombre, del rey y de la reina,
allí donde moran los hijos del Sol
esos que no tienen nombre, ni cultura, ni religión.
Se esparcen los fuegos del Viejo Continente
y arden las Nuevas Indias y el Nuevo Oriente,
es el gigante que en mitades quiebra el globo
banca virgen de humo, de monedas y de robo.
Desierto, bosque y hielo
y la meseta, el río y la sierra
cordillera, mares, cielo
y llanura y selva y tierra.
Ya se unen al paisaje riendas y herraduras
bailan manos de fantasmas ciñendo empuñaduras,
una cruz de fuego el horizonte está quemando
la fenicia de ojos grandes desde el mar viene avanzando.
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